El 9 de mayo, mientras el mundo católico celebraba la elección del nuevo Papa, los alumnos de Preschool de Highlands International School México vivieron su propio Cónclave con una escenificación entrañable del “Habemus Papam”.
Una representación que tocó corazones
Vestidos como pequeños papas, cardenales y escoltas, los alumnos del Highlands International School México vivieron una experiencia inolvidable que fue mucho más que una representación teatral. Fue una vivencia espiritual, formativa y profundamente significativa para toda la comunidad escolar.
La actividad fue organizada por Miss Fátima Martínez Zavala, coordinadora de Pastoral del nivel preescolar, quien compartió: “Lo que buscábamos era que los niños entendieran lo que está pasando en el mundo. Que supieran qué significa tener un nuevo Papa, cómo se elige, por qué se habla de él… y que lo sintieran como algo cercano. Que vieran al Papa como alguien que conocen”.

Desde días antes, los niños rezaban por el eterno descanso del Papa Francisco y aprendían a interpretar los signos del Cónclave. “Algunos lo vieron en el auditorio, otros en sus salones, y cuando salió el humo blanco gritaban: ‘¡Viva el Papa!’ y se decían unos a otros: ‘¡Ya tenemos nuevo Papa!’”. La emoción fue tan auténtica que varios docentes se conmovieron hasta las lágrimas.
Sembrar fe desde la infancia
Miss Fátima confesó que en algún momento se preguntó si los niños realmente comprendían la magnitud de lo que ocurría. “Las Misses me dijeron: ‘Lo entienden perfecto, a su nivel’. Y es verdad. Comprenden que somos Iglesia, que tenemos un guía, que estamos unidos. Muchos papás nos escribieron para contarnos que sus hijos llegaron a casa emocionados, hablando del Papa”.
También se vivieron momentos emotivos. “Cuando le dije a un niño que sería el Papa porque era el más importante, me respondió: ‘Miss, todos somos igual de importantes’. Me dejó con los ojos abiertos. Fue una gran lección”.
La experiencia conectó incluso generaciones. “Alumnos de 12º grado mostraban fotos de cuando estaban en preescolar y vivieron la elección del Papa Francisco. Hoy, una década después, vuelven a vivir la elección de un nuevo Papa. Es algo que queda grabado”.
Miss Fátima reflexionó también sobre el papel fundamental de los educadores: “Muchos niños no reciben formación espiritual en casa, y tristemente, lo único que van a escuchar sobre la fe será en la escuela. Es una gran responsabilidad, pero también una gran oportunidad: no solo de tocar mentes, sino corazones. Tenemos muchas horas al día con ellos y podemos llenar esas almitas con algo que les dé sentido”.
La representación fue vivida con alegría por los niños, y con profunda gratitud por los padres: “Me escribieron muy contentos porque sus hijos participaban, practicaban y hablaban del Papa en casa. Esos momentos se les quedan”.
Miss Fátima concluye con un mensaje para otras escuelas: “Vale la pena vivir estos momentos eclesiales en comunidad. No solo forman a los niños, también evangelizan. Una imagen, un video, un niño vestido de Papa... puede tocar el corazón de muchos, incluso fuera del aula. Y eso, hoy, es un regalo”.
Por: Ana Paula Morales Martínez